Lavinia, una estudiante de Brasil, no pone una foto de su rostro en las aplicaciones sociales por temor a que sea copiada y circulada en grupos privados de hombres. De hecho, el 68 por ciento de las mujeres en nuestra investigación en siete países (en comparación con el 49 por ciento de los hombres) no usan una imagen de perfil que muestre su rostro. Las amenazas en línea, como el acoso cibernético, la edición maliciosa y el temor de que extraños compartan contenido personal sin consentimiento, pueden resultar en la destrucción de reputaciones e incluso en el daño físico. Debido a estas amenazas de seguridad, las mujeres limitan su participación en línea.
El internet no es equitativo en cuanto a género. Las estimaciones
muestran que hay menos mujeres en línea que hombres en dos tercios de los países del mundo. Historias como la de Lavinia comienzan a decirnos por qué. Para comprender por qué existen estas desigualdades y cómo abordarlas, realizamos entrevistas y encuestas con cerca de 4.000 participantes en Bangladesh, Brasil, India, Indonesia, México, Nigeria y Pakistán en el transcurso de un año. Hablamos con personas de todo el espectro de género, incluidas mujeres cis, mujeres trans y hombres trans. Queríamos representar diversas voces y experiencias en nuestra investigación. Para proteger la identidad de los participantes, usamos seudónimos en esta publicación.
En un nuevo informe publicado hoy,
Towards Gender Equity Online (Hacia la igualdad de género en línea), hemos identificado cuatro áreas que deben abordarse para llevarnos hacia una Internet más representativa: acceso, contenido y comunidad, privacidad y seguridad.
Las mujeres a menudo comparten dispositivos con sus familias, lo que aumenta la necesidad de privacidad en los dispositivos.
(Nota: los participantes de la encuesta no son los que aparecen en las fotos.)
Cada una de estas áreas revela perspectivas más profundas. Las mujeres no pueden conectarse cuando, donde y como quieren, incluso si poseen un dispositivo personal. Muchas no tienen suficiente tiempo libre; otras no tienen permiso. Si las mujeres pueden acceder a Internet, muchas no están descubriendo contenido relevante y comunidades en línea, y muchas tampoco se sienten cómodas creando contenido o participando. Las mujeres a menudo no se sienten totalmente en control de sus identidades en línea y regularmente experimentan problemas de privacidad y seguridad.
Los servicios en línea tienden a diseñarse tomando en cuenta “un dispositivo, un usuario”, pero este principio no es válido para todas las mujeres. Muchas mujeres con las que hablamos comparten sus dispositivos con familiares. Por ejemplo, cuando Shaina, una mujer al final de sus treintas, de Kanpur, India, mira un video que cree que es "poco agradable", busca cinco o seis más para cambiar su lista de videos recomendados. Como comparte un teléfono con su familia, no quiere que la próxima persona que use el teléfono adivine lo que estaba viendo. Las mujeres como Shaina también eliminan sus búsquedas o usan aplicaciones especiales para ocultar archivos. Pero estas soluciones no son perfectas, y como resultado muchas mujeres evitan usar aplicaciones o buscar contenido porque no se sienten en control de su privacidad.
Identificamos los pasos que los creadores de tecnología pueden tomar para ayudar a crear una Internet más equitativa en términos de género:
- Recopilar métricas, como usuarios activos en los últimos 28 días, y dividir por género para identificar y abordar cualquier brecha de género
- Realizar entrevistas con personas de todo el espectro de género para comprender sus experiencias de usuario
- Analizar los datos existentes, como encuestas, y buscar temas y correlaciones relativas a género
Según esta investigación, muchos productos de Google ya se están adaptando.
Neighbourly es una aplicación en India que permite a las personas aprovechar el conocimiento local, basado en la comunidad, para hacer y responder preguntas. El equipo de Neighbourly incorporó características de privacidad adicionales a la experiencia de la aplicación, como evitar que las fotos de perfil se puedan ampliar o copiar mediante una captura de pantalla, no permitir la mensajería uno a uno y compartir sólo el primer nombre del propietario de la cuenta.
Nuestro compromiso es seguir buscando formas de ayudar a garantizar que nuestros productos representen a todos, hombres, mujeres y personas no binarias por igual. A medida que mil millones de personas más entran en línea, vemos una gran oportunidad para ser justos y equitativos para todas las experiencias de género.
Por Nithya Sambasivan, investigadora principal, investigación e inteligencia automática