Cada vez que vemos uno de esos tutoriales que nos cambian la forma de hacer las cosas, cuando usamos Google Maps para tomar el camino más eficiente de vuelta a casa, cuando encontramos el regalo perfecto para un amigo en el buscador de Google o simplemente cuando compartimos una hoja de cálculo con nuestros compañeros de equipo en el trabajo, estamos usando la red de Google. Una nube que busca ser cada vez más confiable, rápida y segura.
Esta red tiene muchos componentes, por ejemplo nuestro
centro de datos en Chile, que se encargan de realizar las búsquedas de Google Search, almacenan las fotos de Google Fotos, los videos YouTube y hacen funcionar las aplicaciones de GSuite. Otro elemento importante son las regiones de Google Cloud Platform,
como la que lanzamos el año pasado en San Pablo, Brasil. En todo el mundo, la red de Google tiene más de 100 puntos de presencia y 7500 nodos. Todas estas “partes” de la nube están conectadas por una gran red que incluye 11 cables submarinos y miles de kilómetros de fibra óptica alrededor del mundo.
Hoy estamos anunciando un paso muy importante en esta infraestructura donde Google se convierte en la primera compañía tecnológica que – sin ser especializada en telecomunicaciones – invierte en el desarrollo de un cable submarino internacional totalmente privado.
El cable llevará el nombre de “Curie” en honor a
Marie Curie, la renombrada científica que condujo una serie de investigaciones pioneras en el campo de la radioactividad. Ella es la única persona en la historia que ganó dos Premios Nobel en distintas disciplinas científicas: física y química. Tal como quien inspiró su nombre, el cable “Curie” es excepcional: es el primer cable submarino que llega a Chile en aproximadamente 20 años y, una vez instalado, será una de las “autopistas” de datos más grandes del país, conectando Chile y California en el año 2019.
Google eligió instalar a Curie en Latinoamérica porque si bien la región tiene una alta penetración de internet, no está servida de forma óptima por las conexiones de datos internacionales existentes. Esto significa una increíble oportunidad para que Google Cloud Platform, a través de esta nueva infraestructura, pueda servir a nuevos negocios y para que Google pueda continuar avanzando en su meta de largo plazo de llegar al ‘los próximos mil millones’ de usuarios de internet.
Nuestra inversión en el cable Curie es parte de un continuo esfuerzo de mejorar la infraestructura global y nuestro compromiso con Latinoamérica. Aunque éste es el noveno cable submarino que Google instala en el mundo, será el primero totalmente privado a nivel internacional. Con Curie, nos convertimos en la primera compañía no especializada en telecomunicaciones que construye un cable privado.
Entre las ventajas de instalar cables de datos submarinos privados está la flexibilidad de tomar decisiones sobre el enrutamiento de datos para así optimizar la latencia y velar por los intereses de los usuarios de Google y de los clientes de Google Cloud Platform. Al construir este tipo de infraestructura privada se reduce el número de partes involucradas, simplificando el proceso de instalación y reduciendo el tiempo para que el cable esté listo y funcional. A nivel global, este tipo de conexión también nos permite planificar nuevas regiones para Google Cloud Platform.
Curie es el primero de muchos cables privados que instalaremos en el mundo. Google continuará instalando cables submarinos, ya sea de manera privada o como parte de consorcios, en un esfuerzo continuo por hacer la información del mundo universalmente accesible.
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Jayne Stowell, del equipo de Infraestructura Global