3. Identifiquen acciones a seguir mediante etiquetas
Además de clasificar sus mensajes con etiquetas, también les pueden asignar una acción mediante ellas. Por ejemplo, pueden crear su propio sistema con acciones como: “contestar pronto”, “pendiente”, “atender-urgente”, “resuelto”, “puede-esperar”; y así organizar mejor las actividades asociadas a los mensajes que reciben. Con un sistema así, pueden entrar a su Gmail y rápidamente identificar qué acciones son urgentes y cuáles pueden esperar.
4. Utilicen los colores también
Además de asignarles un nombre, las etiquetas en Gmail se pueden personalizar con combinaciones de color predeterminadas, o alguna que elijan. Al hacer clic en el pequeño recuadro que está a la derecha del nombre de la etiqueta, aparecerá un menú con los colores a elegir.
Del mismo modo en que podemos asignar una acción a los mensajes con los nombres de las etiquetas, también podemos crear un código de colores para identificar rápidamente los mensajes que requieren de nuestra atención. Un ejemplo, es el clásico código de semáforo, es decir, pueden asignar el color rojo a los mensajes urgentes, el amarillo a los que pueden esperar y verde a los que ya han sido contestados.
5. Eliminar una etiqueta no elimina los mensajes
Aunque no es necesario eliminar etiquetas, podría darse el caso en que quieran hacer una limpieza de las etiquetas que ya no estén utilizando. Por ejemplo, al terminar un proyecto podrían eliminar la etiqueta sin temor a perder o borrar los mensajes que habían marcado con ella. Esta es una gran ventaja frente al sistema de carpetas.
Podrán
editar sus etiquetas desde la
pestaña de Etiquetas en la configuración de Gmail. Es posible ocultarlas de la lista, editarlas o borrarlas por completo, esto sin afectar los mensajes etiquetados con las mismas.
Espero que estas ventajas sean de utilidad para quienes ya utilizan las etiquetas en Gmail, o para animar a los que aún no las usan a tomar ventaja de esta funcionalidad.