Bocetos conceptuales del artista invitado Alfonso de Anda
Era el año 1943, y García trabajaba como Maître d' en el Club Victoria, un popular restaurante en la ciudad fronteriza de Piedras Negras, Coahuila. Un grupo de mujeres estadounidenses, esposas de soldados comisionados en la cercana base aérea del ejército Eagle Pass, se detuvieron para pedir un refrigerio. Al no encontrar un chef, García tomó el asunto en sus propias manos, improvisando el sabroso manjar para el deleite de sus clientes.
Pronto se corrió la voz sobre los Nachos especiales, mismos que pasaron a formar parte del menú del Club Victoria, fueron imitados en la ciudad y se escribió sobre ellos en un libro de cocina estadounidense de 1949. Para 1960, García había abierto su propio restaurante, El Nacho.
En los 76 años desde su invención, los nachos se han extendido por todo el mundo. Una versión producida en masa se presentó en 1976 en el Estadio Arlington en Texas, con salsa de queso líquido bombeada de enormes latas. Los estadios muy pronto comenzaron a vender más nachos que palomitas de maíz.
Aunque García se negó a patentar su creación – "Es solo un refrigerio para mantener a mis clientes felices y bien alimentados", según cuentan que dijo, "es como cualquier otro plato de la frontera" – su nombre pasó a la historia. Cada octubre, Piedras Negras es anfitrión del Festival Internacional del Nacho, y la ciudad ha erigido una placa en su honor, un monumento conmemorativo al delicioso legado de un hombre.