El crimen organizado es una de las crisis más grandes que enfrenta México y pone a los periodistas en peligro. Los asesinatos ocurren a diario en muchas partes del país, y las
investigaciones muestran que México es el lugar con mayor mortalidad del mundo para los reporteros fuera de las zonas de guerra activa. El deseo natural de evitar convertirse en un objetivo ha llevado a algunos periodistas a elegir quedarse callados para salvar sus vidas.
Algo parecido a un código de silencio ha surgido en todo el país. Sospechábamos que había regiones enteras donde los periodistas no informaban sobre la violencia, amenazas, intimidación y asesinatos a pesar de que se sabe que formaban parte de la vida cotidiana.
Nos propusimos medir este silencio y su impacto en el periodismo. Para ello, nos asociamos con Google News Initiative para utilizar el poder del aprendizaje automático y la inteligencia artificial para cuantificar y visualizar la cobertura de noticias y analizar las brechas en la cobertura a lo largo del país.
Nuestro primer paso fue establecer un proceso para determinar la ausencia de noticias. Exploramos artículos sobre la violencia para comprender cómo se comparan con el registro oficial de homicidios del gobierno.
En teoría, cada asesinato que ocurra debe corresponder con al menos un reporte local sobre el evento. Si observamos una divergencia, o si los reportes del gobierno fueran repentinamente muy diferentes de la cobertura de noticias local, podríamos deducir que los periodistas estaban siendo silenciados.
Al principio, clasificar los artículos de noticias parecía imposible. Sabíamos que necesitábamos encontrar un archivo de noticias con el mayor número posible de publicaciones en México para poder monitorear la cobertura diaria en todo el país. La vasta colección de noticias locales y nacionales de Google News en México fue una buena opción.
El esfuerzo hizo que fuera necesario identificar la diferencia entre la cantidad de homicidios registrados oficialmente y las noticias de esos asesinatos en Google News. Esto requirió de algoritmos de aprendizaje automático capaces de identificar la primera historia reportada para luego señalar dónde tuvo lugar el evento. Con esa información, pudimos conectar los eventos reportados por los medios de comunicación con los informes del gobierno sobre homicidios en más de 2400 municipios de México.
Mapa de asesinatos no reportados en México identificados mediante el proyecto de El Universal.
Finalmente, para medir el grado de silencio en cada región del país, creamos una fórmula que nos permite ver la evolución de este fenómeno a lo largo del tiempo. Los
datos resultantes muestran una fascinante combinación de caídas o picos en muertes no reportadas, que coinciden con eventos como la llegada de nuevos gobiernos o la muerte de narcotraficantes. Una investigación más profunda nos permitirá explicar estas conexiones.
En El Universal, estamos comprometidos a continuar nuestra búsqueda de estos desiertos noticiosos, con el fin de mejorar la vitalidad del periodismo en México y dirigir la atención a las variaciones en la cobertura según el tipo de delitos cometidos en cada región, no sólo los homicidios.
Este ejercicio es otro recordatorio de que en México, como en muchos otros países, no podemos dar por sentado la libertad de prensa.
Publicado por: Esteban Román, Subdirector, El Universal