Hoy invito a otros jóvenes a aprovechar la oportunidad de buscar una forma de mejorar el mundo a su alrededor. Cada uno de nosotros, sin importar la edad u origen, podemos marcar la diferencia. Nosotros tenemos suerte porque no nos da miedo intentar cosas que muchos adultos no se atreven a hacer por miedo a fracasar. Como yo, muchos de los
finalistas del Google Science Fair también empezaron cuestionando el mundo a su alrededor y desafiándose a sí mismos para crear algo mejor.